Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas.
José Luis Sampedro
Prologo, Indignaos
Stephane Hessel
Me había prometido a mi mismo no escribir nada acerca del movimiento del 15 de mayo o de los Indignados en España, ya que existe tanta información generada por medio de los participantes en esta rebelión no violenta que creo que no hace falta hacer resúmenes o análisis ya que quien desee conocer por qué se inicio, quiénes lo conforman, desde cuándo empezó y cuáles son sus características así como reivindicaciones, solo tiene que buscar un poco en Internet y encontrará desde blogs pasando por cuentas en Twitter o Facebook hasta entrevistas colgadas en Vimeo o Youtube; si después de este chapuzón informativo en la información independiente queda con energías para ver la otra cara de la moneda, puede darse un paseo por los principales periódicos de España donde también hallará infinidad de artículos de opinión o hasta encuestas que dejan ver la posición de los intelectuales y académicos respecto al movimiento y también la de la ciudadanía en general. Así pues, creo que no hay necesidad de comentar mucho de que va todo esto, gracias a la existencia de internet, que también ha jugado un papel clave en la conformación y organización de las acampadas a lo largo y ancho de la geografía ibérica.
Tuvo que ser un anciano de más de 90 años el que señalara lo que es obvio hace más de 3 años y medio. Este mismo viejo que en algunos países, como Colombia, seria tomado como un loco o un idiota sin oficio, ha logrado lo que ningún partido político de izquierdas en los últimos 35 años: que gente de todas las edades, profesiones y creencias tome la calle para hacerle ver a los políticos que están indignados con la forma de hacer política. Es paradójico también que esta indignación se presente después de que en el norte de Africa y justo al frente del “primer mundo” estallaran protestas pacificas contra gobiernos autoritarios -que aun hoy continúan- y que lograron no solo derrocarlos sino cruzar el mediterráneo y ser emuladas en algunos aspectos por los jóvenes españoles.
Video de los indignados:
El mundo al revés: mientras en Siria, Yemen, Libia y otros países africanos piden la instauración de la democracia, en España precisamente lo que esta en crisis es la democracia y lo que se manifiesta en la calle es el deseo de cambiarla, o al menos de reformarla.
Retrocedamos en el tiempo unos años para encontrar la causa de la indignación. Desde que en el 2007 se empezó a hablar en España de la crisis los partidos políticos y el gobierno de turno siguieron como si nada estuviera pasando: se repartían becas, subsidios, hipotecas, prestamos, subvenciones...Etc. Pero cuando la banca mundial y el mercado dirigido por los gurús neoliberales vieron que algunos bancos, aseguradoras y agencias de calificación iban a quebrar y esto haría que dejaran de ganar algunos billones de dólares -mas no caer en la pobreza ya que esto es improbable y hasta imposible para los que manejan la economía global- se quejaron ante los gobiernos y éstos por presión, complicidad, negligencia o miedo, corrieron a salvarlos con dineros públicos. Esto rescató a los bancos y los mismos que crearon la crisis les dijeron a los gobiernos que para evitar una nueva, había que tomar “medidas”, lo que significaba apretar a los de siempre, ósea a la mayoría de la población. Mientras todo esto sucedía nosotros, los de siempre, seguíamos consumiendo, hipotecandonos, prestando y creyendo que vivíamos en el mejor de los mundos, hasta que los bancos y los gobiernos dijeron que ahora sí tocaba parar y recortar para no volver a caer en la crisis. Todo esto genero que un puñado de ciudadanos de España, motivados como ya se dijo por las protestas del norte de Africa y el comportamiento de los capitalistas y los políticos -que son lo mismo- se indignaran y salieran a la calle, tres años después.
Españistán, de la Burbuja Inmobiliaria a la Crisis (por Aleix Saló)
Es obvio y no toca ser investigador, sociólogo o brujo para saber que la reacción a la manipulación de los mercados por parte de la banca mundial ha sido tibia, por no decir lánguida, no solo por parte de los gobiernos sino de los ciudadanos en el primer mundo, que son los más afectados. Solo ahora un porcentaje -nada significativo, pero relevante- sale a la calle a mostrar su descontento, decepción e indignación frente a la democracia neoliberal que nos gobierna, al bipartidismo excluyente que rige casi todas las democracias de occidente, a los bancos y sus ejecutivos avaros y depredadores, pero sobre todo a una clase política enquistada en el poder, corrupta, que ya no representa a nadie sino los intereses propios y de unos cuantos más que poseen el poder de influir en las decisiones que afectan al conjunto de la sociedad.
El movimiento 15-M puede que sea solo, como dice el viejito Hessel, una minoría activa que se rebela... la levadura que levante a la masa. Pero desde mi punto de vista, aunque es un paso importante mostrar la indignación de manera no violenta, el sistema democrático que han diseñado los políticos y la elite económica occidental no realizará los cambios que los indignados claman, así la mitad de España se vaya a dormir a las plazas. Si de verdad se quiere un cambio de estructura solo hay un camino y ese camino no es pacifico, la elite lo sabe y por eso ninguna plaza en España fue desalojada -solo la de Barcelona tuvo un amago de desalojo y los que ven todo por las pantallas de la Televisión y aun creen que este sistema es el indicado, se alcanzaron a desperezar un poco- y por eso mismo los políticos y los dueños de los bancos adoptaron la posición de no azuzar el avispero y de esta manera dejar que el movimiento muera de agotamiento o por sustracción de materia, y si llegara a crecer y ha tomar otras dimensiones éstos no dudaran ni un segundo en utilizar a sus perros guardianes para defender y mantener lo que consideran propio por derecho natural.
Entrevista a Eduardo Galeano en la acampada de la Plaza Catalunya en Barcelona:
Es así que casi un mes después el movimiento de los indignados tiene ante sí su mayor reto: organizarse, expandirse, crecer y prepararse para cambiar esta democracia que muere en las urnas cuando se vota a los políticos que supuestamente nos representan, pero lo más importante, prepararse para enfrentar a los que desean que la sociedad occidental siga igual a como la conocemos hace más de 130 años: con una minoría que disfruta de todas las ventajas y privilegios gracias a la explotación de una mayoría que la sostiene, mientras una gran porción de esa mayoría cree vivir bien y dignamente, pero sin darse cuenta que lo hace debido a las migajas que le deja la arrogante minoría.
Recursos relacionados:
Lectura recomendada: ¡Indignaos! Por Stephane Hessel. Prologo de José Luis Sampedro. Editorial Destino, 2011.
Documentales Recomendados:
Inside Job, por Charles Fergurson. USA, (2010). 120 min.
Comprar, tirar, comprar: la historia secreta de la Obsolescencia programada. Dirigido por Cosima Dannoritzer. España, 2009.
Marcelo Arroyave
Sociólogo
Colectivo SSyS/Célula BCN
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