jueves, octubre 31, 2013

EL BUS COMO ESPACIO Y METÁFORA DE LA POBREZA EN ESTADOS UNIDOS


Desde que llegue a vivir a Estados Unidos hace ya seis meses, reconfirmé lo que ya había señalado aquí hace tres años: el carro y por ende la gasolina, son el motor de este país, si no tienes carro no tienes autonomía, no puedes conseguir un empleo lejos de tu lugar de residencia, es casi imposible que tengas vida nocturna y aun más relaciones de pareja y lo peor, te conviertes en una carga para tus familiares y amigos. Esto es así porque la cultura norteamericana así lo ha impuesto, desde la invención de la cadena de montaje por Ford hasta la planeación de las ciudades, que a excepción de unas pocas -como New York y San francisco- todas son extensas, repletas de County's, suburbios y pequeños centros comerciales.


Y ¿qué se tiene que hacer cuando no se tiene carro y se vive en un típico suburbio alejado de todo? Pues se tiene que recurrir al medio de transporte público, que por defecto en estas zonas es el bus. Desde que llegue he utilizado el bus todos los días para ir a la escuela, a veces a NYC y otras veces a Paterson, el pueblo más cercano con un centro en todo el sentido urbano de la palabra. El bus aquí es caro, lento y además es el espacio donde uno se encuentra a los pobres, los excluidos y los marginados, que por lo general no tienen o no pueden conducir un carro, por motivos económicos o legales.

En mi caso y como ejemplo de la lentitud del bus frente al carro y de cómo funciona un transporte que parece haber sido diseñado para matarte del tedio, les contaré como era mi periplo diario; de lunes a jueves iba a estudiar a la escuela en un pueblo cercano llamado Hackensack, este pueblo carece de un centro y la escuela esta ubicada en la calle comercial, que tiene alrededor de un kilometro de extensión. Como no tenia carro y nadie que me diera “ride” me tocaba ir en bus, esto quiere decir que por lo general la ultima opción siempre es tomar el bus. Del paradero que esta a cien metros de mi casa hasta la escuela hay ocho kilómetros, en un día de poco trafico el bus se demora entre 20 y 30 minutos en llegar del paradero hasta la terminal de Hackensack donde salen gran cantidad de rutas. Entre estos dos puntos hay dieciocho semáforos y la carretera interna pasa por dos rutas, la 80 y la 17, que si las tomara acortaría el viaje a la mitad; los paraderos están ubicados más o menos uno cada 200 o 400 metros y el chofer esta obligado a parar y abrir la puerta delantera del bus cada vez que llega a un paso nivel; esto, como es obvio, hace mucho más lento el viaje y si a eso le sumamos el individualismo norteamericano y las costumbres que rigen el comportamiento en el interior del bus, el viaje se convierte en todo un reto para la paciencia y la tolerancia. Por supuesto, los pasajeros habituales del bus son latinos y negros en su mayoría, algún norteamericano blanco que vive cerca de su trabajo o que cree en la ecología y demás personajes con problemas que no podría definir aquí, incluyendo gente que por su obesidad mórbida no puede o no debe conducir automóviles.


Es tan particular, por decir lo menos, el transporte en bus en esta parte de los Estados Unidos, que debido a esto le surgió competencia. Alrededor de New York y para el lado de New Jersey se encuentran una multitud de pequeños pueblos “dormitorio” llenos de personas que van a trabajar a NYC, debido a esta demanda y los problemas que aquí expongo surgió una empresa de transporte privada que le hace competencia a la NJ Transit, de forma algo “ilegal”, comúnmente la llaman Guagua; estos vehículos, más pequeños que los buses, hacen su recorrido desde Paterson hasta NYC pasando por otros pueblos, de forma más rápida, más barata (un dólar menos), más cómoda -paran donde el pasajero indique-, 24 horas al día siete días a la semana con una regularidad pasmosa y además, en su interior, el chofer no representa la función de policía de las buenas costumbres que si efectúa un conductor del NJ Transit, esto quiere decir que la gente habla normalmente, escucha música, se miran los unos a los otros y hasta se puede llegar a tener una conversación con alguien que jamas en tu vida has visto. De hecho, lo único que tienen en común estos dos transportes son sus pasajeros: latinos, negros, algún norteamericano blanco amante del medio ambiente y personas con problemas para tener su propio carro. En si, la única desventaja -grande- de la Guagua frente al sistema de bus de la NJ Transit, son la rutas, ya que esta última cubre todo el estado hasta la ciudad de New York.



Mientras en las principales capitales del mundo se esta replanteando el modelo de transporte y de convivencia, cerrandole el espacio al carro particular en la ciudad y abriendoselo a otro tipo de vehículos como el bus, el tren ligero, el metro y las bicicletas, en Estados Unidos aun sigue existiendo la relación de un carro por cada persona y las vías siguen dominadas por estos, a pesar de los atascos y de la contaminación. Tengo que decir que las distancias en este país son muy grandes y las ciudades han sido diseñadas pensando sólo en los carros. Siendo la economía más grande del mundo deberían empezar a cambiar su forma de transportarse, así ahorrarían mucha gasolina, tiempo, dinero, disminuiría la contaminación y lo más importante, se fomentaría la integración de clases y de etnias -es decir de migrantes con nativos (que por lo general son hijos o nietos de migrantes)- eliminando la idea de que el bus es el transporte que sólo utilizan los pobres, los excluidos y los marginados.





Marcelo Arroyave
Miembro eterno del colectivo mutante Sursystem

Transmitiendo desde un bus en algún punto entre NYC y Washington DC para toda la galaxia.

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